Un Poco de Leche

RELATO CORTO UN POCO DE LECHE

RELATO CORTO UN POCO DE LECHE

Miriam se despierta a la 6h de la mañana. Entra a trabajar en el supermercado a las 9h, pero antes ha de pasear al perro, arreglarse, llevar a los niños al colegio.

Desde que su marido murió, su vida es un caos.

Luis es agente de seguridad, se levanta a las 7h y entra a trabajar en el supermercado a las 9h.

Le gusta Miriam, la cajera, pero nunca se ha atrevido a decírselo.

La viudez de ella, tan joven, por un accidente, aún le hace reprimirse más. Sería poco adecuado ahora.

Judith mira a su bebé, desnutrido, llorando… Sus vecinos se quejan de los gritos…

Y ella tiene hambre y su bebé también… Las provisiones de Caritas, se han terminado y la parroquia de padre Damián ha cerrado.

Le han dicho que llamara a otra parroquia, pero está tan deprimida, tan cansada, que no se ve con ánimos de contar su vida otra vez…

Relato corto "Un poco de leche"
Relato corto “Un poco de leche” de ©Montserrat Valls Giner y ©Juan Genovés Timoner.

Mientras se lava la cara y se hace un nudo con el propio cabello para recogerlo, se le ocurre la idea… Robará la leche y lo que necesite para el bebé.

Pero… ¿y si la pillan y la llevan a la cárcel? Mira al bebé llorando y piensa que está enloqueciendo.

A las 9h abren el supermercado.

Las personas que entran, van llenando sus carros de comida.

Miriam va cobrando en la caja medio adormilada.

Luis pasea por los pasillos del supermercado pensando en Miriam.

Judith, temblando, en la zona infantil va metiéndose cosas bajo la chaqueta. El bebé duerme.

Luis la sigue hasta la caja donde se dirige ella

Miriam observa a Judith que lleva un bebé y nada más.

—No llevo nada ¿puedo pasar? —dice Judith temblorosa.

Miriam afirma con la cabeza.

Luis observa al bebé desnutrido y no dice nada.

De repente suena la alarma.

Judith rompe a llorar, el pequeño despierta y llora también.

—Lo siendo —balbucea Judith, mientras va dejando las cosas sobre la cinta.

Miriam se da cuenta de que todo son alimentos para el bebé.

Está a punto de avisar a Luis —debe hacerlo, aunque no le guste, no puede permitirse perder su empleo— pero éste ya está allí.

—Miriam, esta chica es mi prima, por esto no ha cogido carro. Luego te lo pago.

Miriam coge una bolsa y le da las cosas a Judith.

La joven ha dejado de llorar y les da las gracias a ambos.

Aquella tarde Miriam le dirá a Luis que salgan a tomar un café.

Aquella noche Judith, ya tranquila, llamará a la parroquia que le han indicado.

El niño sonríe mientras toma la leche. Lo que nunca sabrá Judith, es que, aunque hay cámaras de seguridad en el supermercado y más agentes, nadie la paró ni lo hubieran hecho, aunque Luis no hubiera pagado su compra.

Un Poco de Leche – Serie relatos cortos – Copyright ©Montserrat Valls y ©Juan Genovés

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